Realmente esta salida no me hacía mucha ilusión, subir el Aneto es como ir a la Rambla de Barcelona, debido a la cantidad de gente que sube diariamente por ella,(gente que está acostumbrada a ir a la montaña pero también mucha gente que no).
A mí personalmente me gustan cimas más salvajes, en lugares perdidos y sin mucha gente.
Pero me habían dicho que la bajada de esta montaña era larga y tenías tiempo de disfrutarla.
En mi caso hay un dicho que dice: “El que madruga Dios le ayuda”.
No fue mi caso, no madrugue y baje con una nieve bastante primaveral y un poco complicada, para mi nivel de esquí.
Soy una persona esquiadora de pista, que no tiene ni idea de ir por las hermosas pendientes que nos ofrece la montaña.
Soy esquiadora de nieve pisadita por la maquina quitanieves y nieve durita. QUE TRISTE es la cruda realidad.
Una cosa os tengo que decir, las vistas eran esplendidas.
No todo es malo. Te recompensa las magníficas vistas que se aprecian en todo su recorrido.
FOTOS : Silvia
FOTOS: David
vaya vaya
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